CEGUERA AL MOVIMIENTO!
El paciente ve bien los objetos estáticos, pero no percibe el movimiento. Si echa el café en una taza, capta sin problemas la cafetera, el plato, la taza… pero el chorro aparece ante sus ojos como una columna helada e inmóvil. Los pocos casos conocidos se han producido tras un accidente cerebro-vascular.