El acoso laboral, también conocido como mobbing, puede seguir una serie de etapas o fases que describen cómo evoluciona y se intensifica con el tiempo. Estas etapas pueden variar según diferentes modelos y teorías, pero aquí te presento una descripción general de las etapas comunes del acoso laboral:
Segunda Etapa: Continuación y Escalada
En esta etapa, el acoso continúa y puede intensificarse. Algunas características incluyen:
- Persistencia: El comportamiento de acoso continúa de forma constante y regular, sin mostrar signos de disminución.
- Escalada: El acoso puede volverse más agresivo o dañino a medida que progresa. Pueden surgir nuevas formas de acoso o estrategias para causar daño psicológico o emocional al individuo.
- Impacto en la víctima: La víctima experimenta un aumento en los efectos negativos del acoso en su bienestar psicológico, emocional y físico. Pueden desarrollarse problemas de salud mental como ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático.
- Aislamiento social: La víctima puede sentirse cada vez más aislada en el lugar de trabajo, ya sea porque sus colegas evitan interactuar con ellos o porque son excluidos deliberadamente de actividades sociales.
- Desgaste emocional: El individuo acosado puede experimentar un aumento en el agotamiento emocional debido a la continua presión y estrés causados por la situación de acoso.
Tercera Etapa: Consolidación y Consecuencias Graves
En esta etapa avanzada, el acoso laboral puede llegar a su punto máximo, con consecuencias significativas para la víctima y la organización. Algunos aspectos destacados incluyen:
- Consolidación: El acoso se ha consolidado como una parte arraigada de la dinámica en el lugar de trabajo. Puede ser aceptado tácitamente por otros empleados o incluso por la gerencia, creando una cultura de tolerancia o apoyo implícito al acoso.
- Consecuencias graves: La víctima sufre consecuencias graves en términos de salud mental, bienestar emocional y desempeño laboral. Pueden desarrollarse problemas de salud crónicos, como trastornos psicosomáticos, y la calidad de vida general puede deteriorarse significativamente.
- Riesgos para la organización: El acoso laboral puede tener consecuencias negativas para la organización, incluida una disminución en la moral y la productividad de los empleados, un aumento en el ausentismo y la rotación del personal, así como posibles repercusiones legales y de imagen pública.
- Intervención necesaria: En esta etapa, se requiere una intervención seria y decisiva para abordar el acoso laboral. Esto puede incluir medidas disciplinarias contra los acosadores, políticas de prevención y capacitación en el lugar de trabajo, así como apoyo y recursos para la víctima.
Es importante tener en cuenta que el acoso laboral puede manifestarse de diversas formas y que la progresión a través de estas etapas puede variar en cada situación específica. La prevención y la intervención temprana son fundamentales para abordar el acoso laboral de manera efectiva y proteger el bienestar de los empleados.