Hay muchas personas que sufren el llamado Síndrome del Ejecutivo al ser incapaces de desconectar de su trabajo aún así en vacaciones. Así, el profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo Fernando Miralles expone varias pautas para combatirlo, entre las que figuran disponer de 14 días continuados de vacaciones, dormir la siesta y no mirar el reloj ni el móvil durante el período estival.Miralles recuerda que durante los meses de verano hay muchos individuos que padecen «problemas de estrés y les da pereza o miedo abandonar su puesto».
Estos síntomas, que se conocen como el Síndrome del Ejecutivo, son consecuencia de «la crisis y de los nuevos teléfonos inteligentes», según destaca. Asimismo, explica que este trastorno se ha agravado por la situación económica actual, ya que ahora son muchas más las personas que sienten «incertidumbre al no saber lo que está pasando en todo momento en su empresa, y perciben el descanso como un problema». Miralles indica que los que sufren este síndrome presentan un «elevado grado de superación y perfeccionismo». «Les cuesta mucho irse de vacaciones, les da miedo ausentarse de su puesto por miedo a perderlo y suelen desconfiar en que sus sustitutos puedan hacer bien su trabajo», apunta. Además, asegura que estas personas pueden sufrir también otros problemas como hipertensión, dermatitis, colesterol alto, trastornos digestivos o algún tipo de psoriasis. En cuanto a las claves que considera importantes llevar a cabo para solucionar este problema, Miralles subraya la necesidad de «trabajar a dos niveles, el personal y el empresarial».
Respecto al personal, destaca disfrutar de 14 días seguidos de vacaciones para poder desconectar del trabajo; hacer ejercicio al menos durante 15 minutos, preferiblemente andar o nadar; desprenderse del reloj y adaptar las actividades diarias al reloj biológico, es decir despertarnos, acostarnos y comer cuando apetezca; dormir una siesta diaria de unos 30 minutos; conectar el móvil solo una o dos veces al día y contestar exclusivamente a lo urgente; y, por último, no ingerir grandes cantidades de alcohol y evitar comidas copiosas y poco sanas. Por otro lado, considera necesario que los propios empresarios organicen acciones para que el asalariado que está descansando no siga trabajando a distancia. Para ello, plantea que los empleados tengan vacaciones en el mismo período o, por si esto fuera imposible, que aquellos que pertenezcan al mismo equipo, tengan los mismos días. Sobre todo, Miralles propone que las firmas impartan entre sus operarios cursos contra el estrés y la ansiedad, con el fin de eliminar el absentismo laboral debido a las bajas por depresión y estrés creadas por trabajar.