Muerte psicológica

¿Qué podríamos entender por muerte psicológica?, es un término compuesto por dos palabras que, siendo evocadas por separado, son en sí mismas complejas: la muerte y la psicología En tanto, por su etimología, psicología viene del griego, de dos palabras: “psique”, que es alma o actividad mental y “logos”, que es tratado o estudio, por lo que podríamos definirla como el estudio del alma o de la actividad mental. De esta manera, podríamos pensar en ella como el mundo interno que acontece en todos los seres humanos, sus procesos mentales, y también la conducta que podemos observar en cada persona.

Muerte psicológica, falta de actividad neuronal ¿Qué podemos entender entonces por “muerte psicológica”?, podríamos considerarla como el fin de la vida mental, la desaparición de ese mundo interno, ¿y el cuerpo?, es decir, ¿y la vida material? Por lo común, cuando se hace presente la muerte del organismo, también se presenta la muerte del psiquismo, del mundo interno, la res cogitans, pero, ¿qué pasa cuando sólo uno de ellos perece? Esto es lo que nos pone a reflexionar la pregunta sobre qué es la muerte psicológica. Existen casos en los cuales podríamos decir que la funcionalidad del cuerpo se ve afectada, ya sea por un accidente o por algún tipo de enfermedad. Un caso extremo lo encontramos en Jean-Dominique Bauby, un periodista francés que sufrió una embolia masiva; después de 20 días en estado de coma, despertó para darse cuenta de que presentaba síndrome de enclaustramiento, su cuerpo se encontraba paralizado por completo y la manera de mantenerlo vivo era a través de máquinas, pero sus capacidades cognitivas se encontraban intactas. ¿Y qué pasa en el caso contrario, cuando la vida mental se extingue y lo único que queda es ese cascaron llamado cuerpo? En casos clínicos, encontramos personas que, por enfermedades o lesiones, sólo mantienen funciones vitales básicas, como la respiración y el latido del corazón, pero no dan muestras de actividad neuronal superior, es decir, se ha presentado en ellos una muerte psicológica. Jaime López detalla que para él, la muerte psicológica también se presenta en personas cuya funcionalidad corporal no se ve afectada en ningún sentido, es decir, “el actuar de ciertas personas haría pensar que en ellos se ha extinguido la vida mental, que la capacidad de imaginar, de crear, de desarrollar vínculos con los demás ha perecido”.

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