El trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede afectar a personas de todas las edades, géneros y antecedentes. Se produce después de haber vivido o presenciado un evento traumático, como un accidente grave, abuso físico o sexual, desastres naturales, actos de violencia, combates militares, entre otros. Los afectados pueden experimentar una serie de síntomas que interfieren significativamente en su vida diaria, como flashbacks, pesadillas, evitación de situaciones relacionadas con el trauma, hipervigilancia, problemas para dormir y cambios en el estado de ánimo.
Es importante señalar que no todas las personas que experimentan un evento traumático desarrollarán TEPT. Algunos factores, como el apoyo social, la resiliencia individual y el acceso a recursos de apoyo, pueden influir en la probabilidad de desarrollar este trastorno. Aquellos que experimentan síntomas de TEPT pueden beneficiarse de la terapia y el tratamiento adecuados, que pueden incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, medicamentos y otros enfoques de apoyo psicológico. Si alguien cree que puede estar experimentando síntomas de TEPT, es importante que busque ayuda profesional.