¿Qué explicación psicológica se esconde detrás de un tatuaje? ¿Es un modo de decir algo desde nuestra condición corporal? ¿Qué nos dice su silencio verbal y su grito visual?
Estamos ante una situación en donde se marca de manera permanente la piel de una persona, esto implica dolor y penetración y que cifra un secreto que no pretende ser escondido.
En la antigüedad los tatuajes identificaban a las personas de acuerdo al rol que tenían en la sociedad. Los marinos grababan el nombre de su barco y muchos cadáveres eran identificados en el mar, por medio de ese tatuaje que el marino se había grabado en su piel.
Después los marineros, se hicieron dibujos de tipo afectuoso, donde quedaba grabado el nombre de su amada, la bandera de su patria o se dibujaban símbolos como palomas, cruces y escudos, anclas u otro tipo de señal que le dijera al resto de la humanidad como era su personalidad.
Para la época de los cincuentas y los sesentas las personas se hacían tatuajes con sustancias psicoactivas y también para disimular cicatrices u otro tipo de defectos en su piel.
Hoy día el diseño de los tatuajes se ha expandido a miles de dibujos y se observa mayormente en jóvenes pero también muchos adultos ya los portan también.
No se puede generalizar la interpretación de por qué las personas se tatúan pero si se pueden dar diferentes explicaciones a este fenómeno social, las cuales veremos a continuación:
Primeramente podemos decir que el hecho de tatuarse implica un deseo de pertenecer a un grupo o a un círculo determinado, del cual hay una identificación de valores, normas y estilo de vida. El dolor, puede representar un signo de virilidad y fuerza, al mismo tiempo que puede representar un alivio a determinados problemas emocionales.
Para muchos jóvenes el hacerse un tatuaje significa poner el punto final a su infancia. El tatuaje les recuerda que de niños no podían hacérselos y ahora que son “mayores” no necesitan preguntarle a nadie si se los pueden hacer o no. También es un mecanismo mediante el cual el adolescente intenta provocar el “horror” de los adultos, generando inquietud y molestias.
Por otro lado un tatuaje implica una infiltración de tinta bajo la piel. Hablamos de cavar y calar hondo, con el dolor físico que ello implica. La zona en la cual se posan dichas marcas, es escogida muy a conciencia y el símbolo o dibujo tampoco son productos del azar. Queda claro entonces que todo es conscientemente estudiado y que hay intención de que quede patente un sello, o sea una marca con elección propia. Y esa elección habla y nos determina, como cualquier decisión que tomamos de manera libre en nuestras vidas.
Un tatuaje nos explica algo que no puede ser verbalizado con la voz, algo que tiene que permanecer intacto a través del tiempo. Una historia que pretende no ser caducada y que tras el dolor físico que acarrea, expresa una condición psíquica del sujeto.
Así mismo pueden indicar rebeldía, inconformismo y desacuerdo, dentro de un grupo de iguales, en el que uno se siente diferente de los demás.
Por otra parte, los tatuajes pueden señalar un recuerdo. El cual la persona necesita tenerlo siempre presente (no habiendo aceptando la pérdida real del mismo) al tiempo que puede indicar la compensación psicológica de esa falta. También es común, elaborar un lema representativo para la persona, con la intención de ser distinguido ante los otros y como manera de identificación con su propia rúbrica. La cual representaría la intención de exclusividad.
Otra de las teorías que se asignan al hecho de tatuarse, es la de un simbolismo erótico sexual. Un permiso de liberación sexual ante el resto de mortales.
Sea como sea, lo que está claro es que detrás del acto de tatuarse hay una motivación psicológica que como vimos tiene varios significados. Aunque en la actualidad parece ser una moda, no lo es del todo, pues la mayoría de las modas son pasajeras, en cuanto pasan éstas, fácilmente podemos adoptar la nueva tendencia cambiándonos la forma de vestir, el peinado, accesorios y maquillaje en el caso de las mujeres. Sin embargo, hablando de los tatuajes, no se pueden quitar tan fácilmente, se tiene que acudir con un especialista para que estos los desvanezca. Esto siempre implica costos y tiempos de los cuales debemos de estar conscientes antes de decidir tatuarnos.