Adicciones Mixtas

La droga cuyo consumo se asocia con más frecuencia al de cocaína es el alcohol, seguida del cannabis y de la heroína (muchos adictos a opiáceos consumen también cocaína). El alcoholismo tambiénse asocia con frecuencia a la dependencia de cocaína y no siempre es fácil determinar si el consumo de alcohol es primario o secundario. En series clínicas de cocainómanos se encuentran porcentajes de alcoholismo que duplican los hallados en series de adictos a opiáceos. Los pacientes que hacen uso concurrente de alcohol y cocaína tienen tasas más altas de trastornos físicos múltiples y de infecciones que los alcohólicos o cocainómanos puros.

En la clínica es muy frecuente que los cocainómanos refieran episodios de consumo de cocaína que están precedidos o se acompañan muy pronto de alcohol con el que pretenden «modular» los efectos, el estado de ánimo y los síntomas ansiosos que produce la cocaína. La coincidencia de alcohol y cocaína en el hígado de los consumidores da lugar a cocaetileno, sustancia que aumenta el riesgo coronario e inmunotóxico de la cocaína y se asocia a más efectos secundarios y a mayor mortalidad. Por otro lado, el consumo de alcohol deriva frecuentemente en recaídas de pacientes cocainómanos en fase de recuperación y por ello la abstinencia de ambas sustancias es un objetivo inseparable en el tratamiento de la cocainomanía. La cocaína es también objeto de consumo habitual por policonsumidores y heroinómanos que han sido objeto de poca investigación básica, clínica y terapéutica..

Luis Caballero Martinez

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