La alimentación vegetariana plant-based se basa principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, nueces y semillas. Este tipo de dieta excluye todos los productos de origen animal, incluyendo carne, pescado, lácteos, huevos y miel.
Las personas que siguen una dieta vegetariana plant-based suelen hacerlo por razones éticas, medioambientales y/o de salud. Se ha demostrado que este estilo de alimentación puede tener varios beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Es importante para aquellos que siguen una alimentación vegetariana plant-based asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios, especialmente proteínas, hierro, calcio, vitamina B12 y omega-3. Esto puede lograrse mediante una planificación cuidadosa de las comidas y el consumo de una variedad de alimentos vegetales.
Algunos ejemplos de alimentos que pueden formar parte de una dieta vegetariana plant-based incluyen tofu, tempeh, legumbres (como frijoles, lentejas y garbanzos), quinoa, espinacas, brócoli, nueces, semillas de chía y aceite de linaza.
Es importante destacar que, aunque una dieta vegetariana plant-based puede ser saludable, es fundamental asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud a largo plazo. Por lo tanto, es recomendable consultar con un profesional de la salud o un dietista registrado para obtener orientación individualizada sobre cómo seguir una dieta vegetariana de forma saludable