Eficacia de la reducción de volumen pulmonar por vía endoscópia (RVPE). Resultados del estudio holandés.
La hiperinsuflación pulmonar en pacientes con enfisema severo es sin dudas un problema fundamental en la evolución de la enfermedad. Produce reducción en la compliance toracopulmonar, incremento en el trabajo respiratorio, reducción de la capacidad diafragmática de desarrollar tensión, reducción de la capacidad vital, disminución del retorno venoso cardíaco y reducción del volumen sistólico. Durante el ejercicio, el empeoramiento del atrapamiento aéreo (hiperinsuflación dinámica) empeora estos trastornos reduciendo la capacidad de ejercicio, incrementando la disnea y predisponiendo al fallo respiratorio hipercápnico. Se ha relacionado el incremento en el volumen residual como factor independiente de mortalidad en sujetos con EPOC. La hiperinsuflación pulmonar es el principal factor determinante de la disnea en estos sujetos y principal determinante del empeoramiento de la calidad de vida.
El estudio NETT demostró que la reducción quirúrgica de volumen pulmonar en sujetos seleccionados se asociaba a aumento de la sobrevida y mejoría de los parámetros funcionales y calidad de vida. Sin embargo, el aumento de la mortalidad en los primeros 3 meses en pacientes operados, la alta morbilidad de la cirugía y los altos costos asociados han hecho que la cirugía de reducción de volumen este en desuso en el mundo. Se calcula que se operan hoy menos de 200 pacientes al año en Estados Unidos. Esto ha hecho que surjan modalidades terapéuticas mini invasivas como la Reducción de volumen pulmonar por vía endoscópica (RVPE). Específicamente mediante la colocación de válvulas endobronquiales unidireccionales. Dos estudios previos mostraron significativa pero modesta mejoría. Estudios post hoc y observacionales pequeños mostraron que pacientes con cisura interlobar completa y enfisema heterogéneo mostraron los mejores resultados, con mejorías de más de un 30% en el FEV1.