Para las personas con diabetes tipo 1, los efectos adversos más frecuentes generalmente están relacionados con la gestión de la glucosa en sangre y la necesidad de equilibrar los niveles de azúcar de forma constante. Algunos de los efectos adversos más comunes incluyen:
- Hiperglucemia: Niveles altos de azúcar en sangre pueden causar síntomas como sed excesiva, micción frecuente, visión borrosa, fatiga, aumento del hambre y dificultad para concentrarse.
- Hipoglucemia: Niveles bajos de azúcar en sangre pueden provocar una variedad de síntomas que van desde leves a graves. Los síntomas comunes de hipoglucemia incluyen:
- Sudoración excesiva
- Temblor o temblor en las manos
- Palpitaciones o latidos cardíacos rápidos
- Hambre intensa
- Mareos o vértigo
- Dolor de cabeza
- Confusión o dificultad para pensar claramente
- Debilidad o fatiga
- Irritabilidad o cambios de humor
- Visión borrosa
- Convulsiones (en casos graves)
- Cambios de peso: La fluctuación de los niveles de azúcar en sangre y la necesidad de ajustar la insulina pueden afectar el peso corporal, tanto a través de la ganancia como de la pérdida de peso.
- Problemas de la piel: La diabetes puede aumentar el riesgo de problemas de la piel, como infecciones, picazón, sequedad, hinchazón y cambios en la pigmentación.
- Complicaciones a largo plazo: La diabetes tipo 1 puede aumentar el riesgo de complicaciones a largo plazo, como enfermedad cardiovascular, enfermedad renal, neuropatía (daño nervioso), retinopatía (daño en los ojos) y enfermedad del pie diabético.
Respecto a los síntomas de hipoglucemia, es importante reconocerlos y tratarlos de manera oportuna para evitar complicaciones graves. Además de los síntomas mencionados anteriormente, en casos de hipoglucemia severa, una persona puede experimentar convulsiones o incluso perder el conocimiento, lo que requiere intervención médica inmediata.
Siempre es fundamental que las personas con diabetes tipo 1 reciban educación sobre la identificación y el manejo de la hipoglucemia, así como sobre la prevención de complicaciones a largo plazo. Es importante que mantengan un seguimiento cercano con su equipo médico para un manejo óptimo de la enfermedad.