Digital detox: la moda de desconectarse de las redes sociales

 

Popular entre las celebridades

 

Quienes fueron muy adictos al tabaco recuerdan con desagrado cuando lo primero que hacían por las mañanas era encender un cigarrillo. Hoy, la dependencia a las redes sociales lleva a una conducta similar: recorrer los feeds  a primera hora y dejar que el resto del día transcurra entre los clicks y los likes. Esto es algo frecuente en la era digital, en la que vivimos hiperconectados.

Sin embargo, ciertas celebridades enarbolan la bandera del digital detox, que consta en abandonar las redes sociales por un tiempo y por diferentes motivos. Por fuera de los famosos, nació el movimiento de los “ex conectados” e incluso Francia reconoció por ley el derecho a los empleados de estar offline por fuera de las horas laborales. Aquí, todo sobre esta nueva moda de tomarse vacaciones de la web.

Las celebrities, pioneras

“La vida es lo que ocurre mientras mirás tu smartphone”, reza una imagen colocada curiosamente en la red social Pinterest. Una paradoja similar ocurre con las estrellas que se alimentaron de las redes para construir una imagen y que hoy eligen decir basta. Entre ellos está la modelo Kendall Jenner, hermana de Kim Kardashian, quien para no caer en la tentación de chequear sus cuentas tan seguido, eliminó las aplicaciones de su teléfono. También, para olvidarse de los likes por un tiempo suspendió momentáneamente su cuenta de Instagram.

Otro caso es el de Justin Bieber, quien se hizo famoso a través de internet. Hoy, luego de que muchas de sus fans apodadas Bielebers atacaran a su nueva novia, Sofia Richie, el cantante se despidió de la red social de las fotografías.

La cantante Selena Gomez también optó darse un respiro de sus cuentas, pero  lo hizo por su salud. Luego de haberse retirado temporariamente de los escenarios por los trastornos de ansiedad causados por el lupus que sufre, sumó el digital detox al proceso.

Los motivos de la modelo e it-girl Gigi Hadid para alejarse de las redes fueron mucho más concretos. En una reciente entrevista afirmó que dejaría de actualizar sus perfiles por un mes para disfrutar de la compañía de su familia durante las vacaciones de invierno.

Es que por más que gustemos de las redes, sentimos la necesidad de presionar el botón de OFF. Pero esta tarea no es fácil, ya que de sólo pensar en desconectarnos surge la ansiedad inmediata de perdernos algo importante, lo que en el mundo se conoce como FOMO (Fear of missing out).  Las celebridades optaron por este detox, pero otros eligen ser más drásticos.

Adiós para siempre

Para ciertos jóvenes, librarse de las redes suponía deshacerse del grillete que los aprisionaba. Es por eso que en España nació el término “Ex conectados”, que acuña a las personas que  notaron su adicción a estar conectados y repensaron los usos que le daban a internet. Así cayeron en la cuenta de que eran demasiados y optaron por darle más espacio a la vida real.

El término pertenece al profesor Enric Puig Punyet, profesor de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). Como era de esperar, es difícil contactarse con él por la web ya que no tiene perfiles en las redes sociales y lo mejor es llegar a él a través de terceras personas. El motivo es obvio: Puig Punyet es un “ex adicto” a Internet.

Tras cumplir 30 años, el profesor se abocó a  analizar las repercusiones sociales del mal uso de internet y recopiló historias personales en su libro La gran adicción. ¿Cómo sobrevivir a Internet y no aislarse del mundo? Así pretende crear conciencia sobre los posibles efectos.

De acuerdo con el autor, las plataformas web “se aprovechan de nuestros anhelos y temores: el gusto por agradar y ser reconocidos, el miedo a la soledad y al aburrimiento” y hacen creer al usuario “que son la solución a todos los problemas cuando, en muchos casos, consiguen que se vuelvan más graves”.

Con todo, la “adicción” a internet aún no está catalogada en el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) ni se encontró por el momento, vinculación entre esta conducta y otros problemas de índice psicológico.

Horas libres. ¿Son posibles?

Esta semana entró en  vigor de la “desconexión digital” en Francia, que refiere al derecho de los trabajadores a dejar de responder a mensajes cuando termina su jornada laboral. Así, el país se convirtió en pionero en este tipo de leyes, pero todavía quedan incógnitas sobre cómo se aplicará.

La nueva norma obliga a las compañías con más de 50 empleados a abrir negociaciones sobre el derecho a estar offline, es decir no contestar mails o  mensajes profesionales en sus horas libres. Sin embargo, el texto no obliga a llegar a un acuerdo ni tampoco fija ningún plazo para las negociaciones. Por eso las empresas podrían limitarse a redactar una guía orientativa, sin la participación de los trabajadores.

Con todo, la necesidad de estar por fuera de las redes y darse un descanso de internet está planteada. Pero más allá de las leyes, plantear este objetivo como una lucha individual puede ser muy difícil en tiempos en los que la web está llena de estímulos.  Además, siempre nos acechará el miedo de perdernos de algo. Tal vez en las pantallas luminosas. O quizá en lo que podemos percibir cuando los dispositivos se apagan.

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