La crisis ha hecho más evidente algunas situaciones que antes ya existían en grupos marginales: El dinero no llega para casi nada, ni siquiera para el desayuno de los más pequeños. Pero cuando no hay dinero, el colegio puede ser un nivelador de las desigualdades económicas.
Un par de estudios subrayan cómo la escuela puede ser un aliado de la salud infantil y del aprendizaje de los niños. Aquellos colegios que incorporan programas que ofrecen desayunos de forma sistemática dentro del aula, logran que los pequeños acudan regularmente a sus clases. Los comedores escolares han sido en los últimos años un tema de debate en casi todas las comunidades autónomas. Bien por su cierre durante los veranos, porque el precio de los menús ha aumentado considerablemente o porque las becas se han reducido, padres y diferentes ONG han protestado enérgicamente porque justo en el peor momento, cuando los recursos familiares menguan, la Administración se lo pone más difícil a las familias. Son pocas las CCAA que incorporan la administración del desayuno dentro de las aulas y eso pese a los datos de los informes publicados en los últimos años que constatan que los niveles de pobreza infantil han crecido un 28% entre 2008 y 2012, como confirma el informe Los niños de la recesión, un documento elaborado por Unicef donde se muestra el impacto de la crisis económica. Diferentes estudios han mostrado cómo el desayuno impacta en el rendimiento escolar del menor. Una investigación, cuyos datos publica la revista JAMA, ha analizado una estrategia estadounidense que pretende mejorar al Programa Naconal de Desayunos Escolares (PDE), y que consiste en introducir el desayuno dentro del aula.
El PDE es un programa nacional que consiste en abrir las puertas del comedor escolar a primera hora de la mañana, antes del inicio de las clases, para que aquellos alumnos con menos recursos pudieran desayunar antes de empezar con la materia de cada día. Sin embargo, bien porque les generaba un estigma frente a sus otros compañeros al evidenciar su bajo nivel económico o bien porque no llegaban a tiempo para entrar en el comedor antes de empezar las clases, muchos escolares no recurrían a esta ayuda. Por este motivo, en algunos colegios se incorporó otra medida: repartir un desayuno a todos los alumnos dentro del aula. El trabajo, dirigido por Christina D. Economos, de la Universidad Tufts en Boston (Massachusetts, EEUU), ha querido evaluar esta nueva estrategia y ver su efecto sobre el rendimiento de estos escolares. Tras analizar los datos de 257 colegios que han incorporado esta medida y compararlos con los de 189 que no contaban con ella, los investigadores comprobaron que los niños en los primeros centros desayunaban en el aula con mayor frecuencia en comparación con aquellos que iban a escuelas sin este programa. Además, la asistencia escolar en los colegios con el desayuno dentro de la clase era mayor.