El objetivo primario del estudio era evaluar la magnitud de los cambios en la glucemia, y se pudo ver como aquellos pacientes que tenían Dapagliflozina o ejercicio físico presentaron una variabilidad glucémica considerablemente menor que aquellos pacientes que tenían Metformina o placebo.
En los últimos años se está poniendo mucho foco a la variabilidad glucémica, porque anteriormente, el objetivo era la hemoglobina glicosilada, que es un promedio de como estuvo la glucosa en los últimos 3 meses. Pero ese promedio no refleja, por ejemplo, si el paciente estuvo siempre en 140 o si estuvo en 300 y en 60. Entonces, se vio que la variabilidad tiene impacto en las complicaciones crónicas de la diabetes y que por lo tanto no se puede dejar de lado. No alcanza con mirar el promedio, se debe ver que sea estable, que no sean picos altos y bajos de glucemias, porque sería igual de nocivo para el paciente y puede tener incluso una hemoglobina glicosilada normal.
Entonces, un punto importante es: ¿dar Dapagliflozina o dar ejercicio físico a los pacientes con prediabetes mejora la variabilidad o la disminuye?
En cuanto a lo que ocurrió con el peso: Lo más efectivo para bajar el peso fue el ejercicio, metformina estuvo en segundo lugar y en tercer lugar Dapagliflozina.
Y obviamente en los efectos adversos el ejercicio físico fue el que menos estuvo, solamente se describió alguna tendinitis o algún dolor muscular, pero claramente dar ejercicio físico libera de exponerse a los efectos adversos que pueda tener cualquier fármaco.
En resumen, no se pueden dar conclusiones concretas sobre este estudio acerca de que los inhibidores de iSGLT2 sean efectivos para la prediabetes, simplemente es una introducción exploratoria que amerita más estudios para confirmar si tiene sentido darlo o no en estos pacientes.