La biodisponibilidad del hierro no-HEM se refiere a la cantidad de hierro de origen vegetal que el cuerpo puede absorber y utilizar. A diferencia del hierro hemo, que se encuentra en alimentos de origen animal, el hierro no-HEM se encuentra en alimentos de origen vegetal, como legumbres, cereales, frutas y verduras.
La absorción del hierro no-HEM puede ser afectada por varios factores:
Presencia de inhibidores: Algunos compuestos presentes en ciertos alimentos pueden dificultar la absorción del hierro no-HEM. Por ejemplo, los fitatos en granos enteros y legumbres y los taninos en el té y el café pueden reducir la absorción de hierro.
Presencia de mejoradores: Algunos compuestos, como la vitamina C, pueden mejorar la absorción del hierro no-HEM. Consumir alimentos ricos en vitamina C junto con alimentos ricos en hierro no-HEM puede aumentar la cantidad de hierro absorbido.
Estado nutricional: La cantidad de hierro que se absorbe también puede depender del estado nutricional de la persona. Las personas con deficiencia de hierro pueden absorber más eficientemente este mineral.
Condiciones médicas: Algunas condiciones médicas, como la enfermedad celíaca o la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden afectar la absorción del hierro.
Forma química del hierro no hemo: El hierro no-HEM puede encontrarse en diferentes formas químicas, y algunas formas pueden ser absorbidas más eficientemente que otras.
Para mejorar la absorción del hierro no-HEM, se recomienda consumir alimentos ricos en hierro junto con fuentes de vitamina C, y evitar consumir inhibidores de la absorción de hierro en la misma comida. Además, es importante mantener una dieta equilibrada y abordar cualquier problema de salud que pueda afectar la absorción de hierro. Si tienes preocupaciones específicas sobre tu ingesta de hierro o tu salud en general, es aconsejable consultar a un profesional de la salud.