Con respecto a los objetivos nutricionales en la enfermedad renal crónica, se busca una preservación óptima de la función renal, manteniendo una ingesta calórico-proteica adecuada para sustentar la salud y el equilibrio metabólico. Además, se busca mitigar la acidosis metabólica y reducir la carga urémica para promover un estado de bienestar general.
En el caso de personas con obesidad, el objetivo principal es lograr una reducción de peso gradual y saludable, mientras se establece un control glucémico óptimo dentro de los rangos recomendados. Este enfoque busca no solo prevenir la progresión hacia la insuficiencia renal crónica, sino también ofrecer un tratamiento sustitutivo si es necesario, todo ello con el fin de mejorar la salud metabólica y el bienestar del individuo.
Es fundamental adaptar la selección de alimentos según las comorbilidades presentes, como la gastroparesia o la anorexia, para garantizar una nutrición adecuada y evitar posibles complicaciones asociadas.
Asimismo, se persigue reducir la incidencia del síndrome de desnutrición/inflamación/caquexia, un aspecto crucial en el manejo integral de la enfermedad renal crónica, mediante estrategias nutricionales que promuevan un estado nutricional óptimo y una menor inflamación sistémica.
En última instancia, se busca mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de un enfoque integral que aborde tanto los aspectos nutricionales como los médicos y psicosociales, proporcionando un apoyo continuo y personalizado para optimizar su bienestar a largo plazo.