Las opciones dietéticas varían ampliamente y pueden adaptarse a las necesidades individuales de salud y estilo de vida.
A continuación, se presenta una breve descripción de algunas de estas dietas:
Dieta normal (DASH o mediterránea):
La dieta normal se basa en un equilibrio de alimentos variados, incluyendo frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Tanto la dieta DASH como la mediterránea se centran en este enfoque, con énfasis en alimentos frescos y no procesados, y limitando el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio.
Dieta baja en proteínas:
Esta dieta implica limitar la ingesta de proteínas de origen animal y vegetal. Se utiliza a menudo en el manejo de enfermedades renales crónicas u otras condiciones en las que se necesita reducir la carga de proteínas en el cuerpo. La ingesta de proteínas se reduce a través de la limitación de alimentos como carne, pescado, huevos y productos lácteos, y la preferencia por fuentes de proteínas vegetales más bajas en proteínas.
Dieta vegana o basada en plantas:
La dieta vegana elimina todos los productos de origen animal, incluyendo carne, pescado, huevos, lácteos y miel, y se basa en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, granos enteros, legumbres, nueces y semillas. Este enfoque puede proporcionar una variedad de nutrientes y beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Dieta muy baja en proteínas:
Esta dieta implica restringir significativamente la ingesta de proteínas, especialmente en personas con enfermedades metabólicas como fenilcetonuria (PKU) u otras enfermedades metabólicas hereditarias. Se limita la ingesta de alimentos ricos en proteínas, como carne, pescado, huevos, lácteos, legumbres y granos, y se prefieren alimentos bajos en proteínas como frutas, verduras, aceites y azúcares.
