Nutrición en el Sida

Nutrición en el Sida

Una buena nutrición y cuidados en la alimentación son condiciones esenciales para un sistema inmunológico saludable. No obstante, las personas con VIH/ SIDA pueden tener dificultades en conseguir tener una buena nutrición por un conjunto de razones. Tanto por el propio virus HIV como los medicamentos utilizados para combatirlo pueden causar una multiplicidad de problemas que en última instancia afectan a la salud nutricional del enfermo. Náuseas crónicas, alteración del paladar, pérdida de apetito, dificultades en masticar o tragar o la falta de dinero para comprar alimentos, son factores que pueden llevar a que las necesidades nutricionales no sean cumplidas. Incluso cuando el enfermo es capaz de comer y beber, puede haber una disminución de las cantidades de nutrientes absorbidos debido a las diarreas. La diarrea es uno de los más comunes efectos secundarios de la medicación para el SIDA. Una infección de VIH descontrolada puede también aumentar la tasa metabólica, resultando en necesidades de energía mucho más elevadas. Todos estos problemas de mala absorción y de aumento de las necesidades de energía, y en consecuencia, de nutrientes, puede llevar a una rápida pérdida de peso. Esta pérdida de peso, sobre todo de proteínas musculares, provoca un elevado cansancio, haciendo aún más difícil la compra de alimentos, cocinar, o incluso comer. La pérdida de peso también reduce la capacidad del sistema inmunológico de combatir otras infecciones y enfermedades. Debido a la naturaleza mutable del virus VIH y de los regímenes de los tratamientos, los síntomas y necesidades dietéticas pueden variar mucho de mes ames, o incluso de una semana a otra. Por ejemplo, un enfermo con SIDA puede sentirse bien un mes y al siguiente presentar síntomas de diarrea y de náuseas intensas. A continuación, damos algunas indicaciones de alimentación para  aliviar los síntomas de SIDA: a) Pérdida de Peso Es muy importante para los enfermos de SIDA con pérdida de peso intentar recuperarlo. Es importante en estos casos seguir una alimentación más rica en los sectores de energía y de proteína. Los alimentos ricos en proteínas, como carnes, pescado o pollo, alimentos lácteos, frutos secos y legumbres ayudan a reconstruir los músculos y a estimular el sistema inmunológico, debilitado por el  VIH. La energía de fuentes de grasas saludables (grasas poliinsaturadas y mono insaturadas) promueve también el aumento de peso. Con todo, una dieta rica en alimentos energéticos no es recomendada en caso de que el paciente tenga diarrea severa causada por el SIDA. Podrá también consumir snacks rápidos de elevado valor energético. Las sugerencias incluyen queso, bizcochos, pasteles, frutos secos, aceitunas, leche y yogur. b) Pérdida del Apetito Las náuseas y los cambios causados por la medicación del SIDA pueden causar una disminución o incluso la pérdida del apetito. En este caso, importa nutrir el cuerpo con alimentos líquidos o licuados, como sopas o batidos. Es también preferible tomar comidas pequeñas, pero más frecuentes a lo largo del día, en vez de dos o tres grandes comidas, una vez que el organismo consigue tolerar mejor esta forma de alimentación. Para evitar los olores fuertes de los alimentos, que muchas veces causa náuseas, podrá optar por alimentos fríos, como bocadillos, ensaladas, postres fríos, frutas, etc. c) Diarrea La diarrea puede ser causada por infecciones o algunos tipos de medicación. En estos casos, el mejor tipo de alimentación es una dieta con pocas fibras, ya que las fibras insolubles pueden agravar la diarrea y son encontradas en el pan, arroz integral, frutas y verduras con cáscara y semillas (las frutas y las verduras sin cáscara deben ser consumidas). Debe beber muchos líquidos. La diarrea puede causar deshidratación grave, por lo que la ingesta de fluidos es esencial. Alimentos ricos en grasas, fritos, pasteles, salchichas, embutidos, salsas, etc, pueden agravar la diarrea. Se debe tener un especial cuidado con los alimentos lácteos, ya que la lactosa y el azúcar encontrado en la leche de vaca o de cabra puede también agravar la diarrea. Consuma leche de soja o leche con menos lactosa como alternativa. El yogur y el queso, generalmente no causan problemas. Seguridad Alimentaria Generalmente, el cuerpo humano está bien equipado para lidiar con la intoxicación alimentaria. No obstante, las personas con SIDA y con el sistema inmunitario debilitado tienen un riesgo mayor de contraer una enfermedad de origen alimentario. Por eso, y en especial en casos de enfermos con SIDA, es importante seguir directrices básicas de precaución y seguridad alimentaria, tales como: – Lavar las manos antes de una comida. – Descongelar los alimentos congelados en el frigorífico o en un horno microondas, y no a temperatura ambiente. – No deje alimentos perecederos, como la leche, el queso, los huevos o  restos de carne, a temperatura ambiente por un periodo superior a dos horas

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