El término «mobbing» o «acoso laboral» se refiere a una forma de violencia psicológica en el ámbito laboral donde un individuo o grupo de individuos ejerce presión, hostigamiento, discriminación, intimidación o abuso sobre otro trabajador de manera repetida y durante un período prolongado de tiempo. Este concepto se originó en Suecia en la década de 1980, donde se usaba el término «mobba» para describir el comportamiento de una turba que atacaba a una persona en particular. El término «mobbing» fue introducido en la literatura psicológica en 1984 por el psicólogo alemán Heinz Leymann, quien lo utilizó para describir el acoso laboral en el contexto de un entorno de trabajo.
El mobbing puede manifestarse de diversas maneras, como insultos, burlas, exclusión social, asignación de tareas humillantes, difamación, rumores maliciosos, sabotaje del trabajo, entre otras conductas hostiles. A menudo, el objetivo del mobbing es desacreditar, aislar o incluso forzar la renuncia de la víctima.
Es importante destacar que el mobbing no solo afecta la salud emocional y psicológica de la víctima, sino que también puede tener consecuencias graves para su salud física, su desempeño laboral y su calidad de vida en general. Además, puede generar un ambiente laboral tóxico que afecta a todos los empleados y la productividad de la empresa.
En muchos países, existen leyes y regulaciones que prohíben el acoso laboral y establecen medidas para prevenirlo y abordarlo cuando ocurre. Sin embargo, el mobbing sigue siendo un problema persistente en muchos entornos laborales, y es importante que tanto los empleadores como los trabajadores estén conscientes de sus derechos y responsabilidades en relación con este tema.