Las recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) para pacientes con prediabetes se centran en los cambios en el estilo de vida para prevenir la progresión a la diabetes tipo 2.
Dieta saludable: Se enfatiza una alimentación equilibrada y variada que incluya frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Controlar las porciones y limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares agregados es crucial.
Actividad física: La ADA recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, distribuidos a lo largo de varios días. Esto puede incluir caminar, nadar, andar en bicicleta u otras actividades que aumenten la frecuencia cardíaca.
Pérdida de peso: Si es necesario, se sugiere perder entre el 5% y el 10% del peso corporal. La pérdida de peso puede tener un impacto significativo en la mejora de la sensibilidad a la insulina.
Monitoreo regular: Es importante que las personas con prediabetes realicen controles periódicos de la glucosa en sangre y mantengan un seguimiento regular con sus profesionales de la salud.
Educación y apoyo: La educación continua y el apoyo son fundamentales. Los pacientes pueden beneficiarse de la comprensión de su condición y de recibir orientación sobre cómo implementar cambios en el estilo de vida de manera efectiva.