La miel es un producto totalmente natural, procedente del néctar de las flores, que se recolecta desde hace más de 5.000 años, y es uno de los alimentos más puros, naturales, y saludables que podemos encontrar. Su composición es variable, debido a la gran variedad de flores a partir de las cuales se obtiene, pero cualquier variedad de miel es rica en Vitamina A, Vitamina B, y Vitamina C, así como en minerales. Como norma general, la miel oscura es más rica en vitaminas B, C, y minerales, mientras que la miel más clara, es más rica en vitamina A. La miel es un alimento 100% natural no caduca nunca, al menos la miel encontrada en las tumbas de los faraones del antiguo Egipto conserva intactas sus virtudes. La solidificación del producto es muestra de su pureza y retorna al estado fluido inicial al calentarla al “baño María”.Los divinos y curiosos griegos encontraron en ella propiedades antisépticas, calmantes, tonificantes, diuréticas y laxantes. Incluso en la cultura egipcia formaba parte de los elementos rituales utilizados para la momificación, además de que se le incluía entre los alimentos que el difunto llevaba para no pasar hambre durante su viaje hasta el más allá. Más allá de su dulce sabor, del innegable placer de saborearla untada sobre un trozo de pan recién tostado o agregada como edulcorante en jugos y bebidas, por sus propiedades medicinales y cosméticas, la miel puede utilizarse de muy diversas formas.
La miel posee actividad antibiótica natural gracias a unas sustancias llamadas inhibinas. Tal es su eficacia, que los microbios no sobreviven más de unas pocas horas en miel. Sus efectos antibióticos pueden variar ligeramente en función de las flores visitadas por las abejas. Donde sí se aprecian mayores diferencias es entre las mieles recolectadas de manera artesanal y las destinadas a la venta al por mayor, pues en este último caso sacrifican propiedades medicinales y nutritivas en busca de una presencia más fluida.
Las propiedades antisépticas y antibióticas de la miel se aprovechan tanto por su uso local, aprovechando de paso sus virtudes cicatrizantes, como por el consumo habitual. Se recomienda su uso en todo tipo de llagas, incluyendo las del pezón y las aftas bucales (en este caso se emplea miel rosada). Sus propiedades cicatrizantes y humectantes la convierten en el ingrediente número uno de cremas y ungüentos para la piel. Diluida en leche tibia es una excelente loción que se aplica en el rostro y el cuerpo; mezclada con yema de huevo y unas gotas de aceite de almendras para cutis secos o jugo de limón para cutis grasos es una excelente mascarilla limpiadora y preventiva de las arrugas. Además, mezclada con una infusión de berros, sirve para atenuar las manchas en la piel, y combinada con glicerina y jugo de limón ayuda a aliviar irritaciones y quemaduras causadas por la insolación. Entre los beneficios de la miel más conocidos está la de aliviar infecciones de garganta y faringe por su efecto demulcente.
Las propiedades expectorantes de la miel completan su actividad medicinal en todo tipo de afecciones respiratorias tanto infeccioso o irritativo.En caso de irritación en la garganta producida bien sea por gripe, inflamación o lesión o ulceraciones en la boca, se recomienda hacer gargarismos con una cucharada de miel diluida en medio vaso de agua tibia. Igualmente, en casos de tos, gracias a los monosacáridos, la miel tiene un efecto expectorante y antitusígeno. Por su parte, a las personas que sufren de úlcera gástrica se les aconseja tomar una cucharadita de miel pura en las mañanas, dejándola diluir bien en la boca antes de tragarla; luego, debe esperarse al menos una hora antes de ingerir cualquier otra cosa. La combinación de miel y jugo de limón también se recomienda para casos de fiebre, tomándose varias cucharaditas durante el día. Por sus enzimas, que la hacen un alimento digestivo, y su elevado contenido en azúcares de diversa velocidad de absorción resulta un alimento muy indicado en caso de fatiga física o para deportistas. Entre las propiedades nutritivas de la miel está su capacidad remineralizante del organismo así como su aporte de vitaminas del grupo B. Sólo deberán tener cuidado con su consumo los diabéticos. La miel es además un alimento depurativo, pues favorece la actividad hepática.
E incluso se estudia si sus propiedades antiinflamatorias podrían ser de utilidad en procesos reumáticos. Su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y estimulan el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es un extraordinario reconstituyente.