Las envenenamiento provocados por la picadura de algunas especies de alacrane pueden ser graves e incluso letales, pero prevenibles y tratables, según detalla el Ministerio de Salud de la Nación, quien brinda detalles sobre cómo identificar las manifestaciones del cuadro y que hacer tras una mordedura. Aquí, lo que hay que saber.
Síntomas
El signo más destacado es el dolor agudo e intenso que se produce en el lugar del aguijonazo. El envenenamiento puede ser solo local, con gran padecimiento en la zona de la picadura y que puede extenderse hasta el tronco, pero sin producir daño en los tejidos en los que se registró la mordedura. En estos casos, no corre peligro la vida de la persona.
Cuando existe envenenamiento generalizado, también hay dolor local, pero el veneno al distribuirse afecta diferentes partes del sistema nervioso y otros tejidos que complican el cuadro. Los síntomas son: taquicardia, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores, entre otros. En casos graves pueden presentarse vómitos, diarrea y alteraciones cardíacas.
¿Qué hacer frente a una picadura?
Se recomienda aplicar hielo y consultar rápidamente al médico. En lo posible llevar el escorpión para ser identificado.
Tratamiento
Ante la confirmación o sospecha de envenenamiento por alacrán, la persona debe ser trasladada con urgencia a un centro de salud para evaluar la gravedad del envenenamiento y, si fuese necesaria, la aplicación del antiveneno específico.
¿Cómo prevenir los aguijonazos?
• Revisar y sacudir prendas de vestir y calzados.
• Sacudir la ropa de cama antes de acostarse.
• Evitar caminar descalzo.
• Utilizar rejillas en desagües, cañerías y otras aberturas.
• Colocar burletes o alambre tejido (mosquiteros) en puertas y ventanas.
• Revocar las paredes, reparar grietas en pisos, paredes y techos.
• Mantener limpia y ordenada la vivienda y alrededores. Evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros, leña porque suelen ser lugares donde se alojan.