Qué hacer si su hijo o hija no come

La importancia de vigilar la alimentación e inculcar estilos de alimentación saludables, en las etapas preescolar y escolar radica en el establecimiento de los hábitos alimentarios. Por ser años de aprendizaje y formación, las costumbres adquiridas durante este lapso repercutirán a lo largo de toda la vida del individuo.

A continuación se enlistan una serie de estrategias para incrementar el consumo de alimentos saludables en los infantes: • La estimulación para el desarrollo de una alimentación correcta inicia con los buenos ejemplos, por lo cual en casa deben tratar de consumir delante del niño frutas y verduras que son los alimentos menos populares entre los niños. Para no afectar la economía familiar es indispensable que se consuman alimentos de temporada y que se aprovechen aquellos presentes en el solar. • Los preescolares prefieren las comidas simples; por ejemplo, el niño elegirá las presentaciones como puré para algunos alimentos, lo cual puede ayudarnos en un inicio para favorecer al consumo de alimentos que no le gustan. • Siempre es útil cuando el niño no tolera la mayoría de las frutas o verduras “disfrazar” los alimentos que no le gustan; es decir, modificar la consistencia de estos, por ello se recomienda introducir las verduras licuadas en el caldo de la sopa o esconder las verduras dentro de los tacos o el sándwich sin que el niño se percate. • En general, las verduras no son muy populares, pues se ha visto que los niños rechacen estos alimentos, ante ello, se recomienda hacer bocadillos, budines, o alimentos apetitosos. Otra opción es condimentarlas con jugo de limón, sal o chile y ofrecerlas como botanas. • Si las frutas en pieza no son apetecibles, es recomendable ofrecer jugos o paletas heladas de frutas, en especial en temporadas calurosas. • Para atraer a los niños a la mesa es muy efectivo utilizar presentaciones divertidas de los alimentos; es decir, escribir con salsa el nombre del niño, formar con los ingredientes autos, animales o caras.

Esto es un elemento motivante para el niño, quien además de sentirse atraído no concebirá el momento de la comida como una obligación, sino como un espacio de recreación. • Los pequeños exploradores sienten curiosidad por los alimentos, se le debe presentar una variedad que pueda ver, tocar, oler, oír y saborear. Esto a su vez desarrollara sus sentidos. También habrá mayor aceptación, si se le involucra al niño desde la preparación de los alimentos, el olor de la comida abrirá su apetito y llegara con mejores intenciones a la mesa para comer. • Las comidas muy largas también suelen aburrir a los niños pequeños, es recomendable entonces fraccionar las 3 comidas principales en 4 comidas pequeñas y sencillas y no ofrecer cantidades grandes en los platos pues a los ojos de los niños son poco apetecibles. • Evitar el consumo de alimentos con alta densidad energética, como papas fritas o golosinas entre comidas. Se debe tener en cuenta que un peso adecuado no siempre es sinónimo de una alimentación correcta; por tal motivo, es conveniente siempre que como padres analice la calidad de la alimentación de su hijo y utilizar estas estrategias en la medida de que su hijo vaya aceptando mejor los alimentos.

Evitemos ser solapadores de su conducta, ni obligarlos a comer, pero tampoco consintiendo los malos hábitos de alimentación. La etapa preescolar, es una buena etapa para el cambio y de no contar con correctos hábitos de alimentación, esto influirá en su salud en etapas futuras.

 

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