Trastornos de la conducta alimentaria – Diagnóstico de la bulimia nerviosa

El diagnóstico de la bulimia nerviosa se basa en criterios específicos establecidos en manuales diagnósticos reconocidos, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría. Para recibir un diagnóstico de bulimia nerviosa, una persona debe cumplir con ciertos criterios durante un período de tiempo específico. Aquí se describen los criterios diagnósticos según el DSM-5:

Criterios Diagnósticos para la Bulimia Nerviosa:

  1. Episodios de Atracones:
    • Episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos en un período de tiempo limitado, asociados con una sensación de falta de control.
  2. Comportamientos Compensatorios Inapropiados:
    • Comportamientos recurrentes para evitar el aumento de peso, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o diuréticos, el ayuno o el ejercicio excesivo.
  3. Frecuencia de los Episodios:
    • Estos comportamientos deben ocurrir, en promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses.
  4. Autoevaluación Influenciada por el Peso y la Figura Corporal:
    • La autoevaluación está fuertemente influenciada por el peso y la figura corporal.
  5. Ausencia de Anorexia Nerviosa:
    • Los episodios de atracón no se deben a la presencia de anorexia nerviosa. Si hay episodios de anorexia nerviosa, el diagnóstico es especificado como anorexia nerviosa en lugar de bulimia nerviosa.

Criterios Especificadores Opcionales:

  1. Leve, Moderada, Grave:
    • Se puede especificar el grado de gravedad de la bulimia nerviosa según la frecuencia de los comportamientos compensatorios.
  2. Condiciones Médicas Asociadas:
    • Se puede especificar la presencia de condiciones médicas asociadas, como problemas dentales o gastrointestinales.

Duración del Diagnóstico:

  • Para recibir un diagnóstico de bulimia nerviosa, los síntomas deben estar presentes durante un período de al menos tres meses.

Es fundamental que el diagnóstico sea realizado por profesionales de la salud mental, como psiquiatras, psicólogos clínicos u otros profesionales capacitados. La evaluación clínica también puede incluir una revisión de la historia médica, entrevistas clínicas y, en algunos casos, pruebas adicionales para descartar otras condiciones médicas.

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