A fin de evitar las psicopatologías alimentarias, es conveniente realizar lo siguiente:
- Enseñar a los niños a tener conductas saludables, sobre todo en lo referido a la alimentación y el ejercicio.
- Mejorar la autoestima mediante la propia aceptación del cuerpo y el rechazo a los estereotipos poco saludables que establecen los medios.
- Evitar presionar a los niños, intentar comprenderlos y conversar con ellos sobre los eventuales problemas que puedan suscitarse. Permitir la independencia del joven, pero con la debida supervisión.
- Vigilar a las personas en población de riesgo en cuanto a sus conductas alimenticias, pero sin ejercer control excesivo.
- Educarse sobre el metabolismo humano a fin de comprender cuáles son los hábitos alimenticios correctos, y educar también a los niños.
- En caso de obesidad, acudir al nutricionista: nunca emprender una dieta sin supervisión médica.
- Comer en familia, y hacerlo en lo posible en los horarios establecidos y sin prisas. No saltear comidas, y no castigar a los niños mediante la prohibición de alimentarse.
- Educarse y educar a la familia sobre los trastornos alimentarios, y en caso de que alguien presente síntomas relacionados con un trastorno de este tipo, acudir al especialista.